Dejar de fumar es un cambio saludable en tu estilo de vida, pero es probable que añada un poco de “presión” adicional a ella. Fumar da sensación de relajación en algunas situaciones: el cuerpo se siente más relajado cuando recibe nicotina porque depende de esta droga.
Sin embargo, la nicotina es en realidad un estimulante y en lugar de relajar el cuerpo, aumenta su ritmo cardiaco, su presión arterial y sus niveles de adrenalina.
Puedes hacer muchas cosas en lugar de fumar:
1
para tu boca, como chicles de nicotina o chicles sin azúcar, vegetales crudos, etc.
2
Mantente ocupado mental y físicamente
de manera habitual haciendo puzles, juego de diferencias, mandalas, recortables, un método divertido y didáctico para ocupar la mente.
3
Lee sobre temas relacionados con la superación,
la autoestima, alternativas saludables de alimentación, motivación, etc.
4
Ejercita la respiración diafragmática:
sentado cómodamente, inspira por la nariz a la vez que hinchas la barriga (el diafragma se desplaza), retén el aire (oxígeno) y expúlsalo lentamente por la boca.
5
Camina:
es una gran forma para mantenerse activo físicamente y aumentar tus probabilidades de no fumar. Caminando reduces el estrés, quemas calorías y tonificas los músculos, te mantiene ocupado para que no pienses en fumar, solo necesitas un calzado cómodo y puedes hacerlo en casi cualquier momento (por ejemplo, por el centro comercial o bajándote del autobús una parada antes de la acostumbrada).
6
Utiliza las escaleras de manera habitual.
7
Haz deporte
y disfruta de actividades al aire libre.
8
Realiza tareas del hogar:
la jardinería y la artesanía son actividades que permiten “vaciar” la mente.
9
Apúntate a talleres
y cursos de pintura, cocina, etc.
10
Disfruta de tus momentos de ocio
en la biblioteca, visitando un museo, en el cine, etc.
11
Sal de compras,
tu esfuerzo merece un regalo o regálate tiempo para estar tranquilo, leer un libro u otra actividad que te guste.